Los productos de los carteles de Ramon Casas eran productos dirigidos a la clase alta, la clase burguesa. En cambio Jean Carlu diseña carteles de productos dirigidos a todo tipo de público, son productos de uso habitual en nuestro día día.

 

A diferencia de Casas, Jean Carlu no usa la imagen de la mujer constantemente, muestra el producto en un primer plano. No da rodeos. Centra toda la atención de sus carteles sobre el producto o alguna de sus características. No le interesa sobrecargar los carteles de diseños complejos y detallistas que puedan confundir. Lo importante es transmitir el mensaje correctamente y que el producto se quede en la mente del espectador.

 

Los diseños de Jean Carlu son muy geométricos, con muchas lineas rectas y cortes muy secos. Queda atrás el uso de la línea curva y la complejidad de los diseños de Ramón Casas. En cuanto al color, Carlú procura simplificarlo al máximo, no tiene miedo a los espacios, ni fondos blancos. Ambos autores hacen uso de una paleta de colores bastante estrecha. Casas hace uso de colores más planos y suaves, mientras que Carlú utiliza colores vivos y brillantes.

 

Carlú utiliza un lenguaje más directo y más claro. No da rodeos, va directo a lo importante. En algunas ocasiones hace uso de su ingenio e introduce figuras retóricas.